• Inicio
  • Portada
  • Cocina
  • Economía
  • Editorial
  • Salud
  • Tecnología
  • Vida
  • Mundo
  • Noticias
  • Inicio
  • Portada
  • Cocina
  • Economía
  • Editorial
  • Salud
  • Tecnología
  • Vida
  • Mundo
  • Noticias
Home » Portada

CONOZCA MÁS SOBRE LA PARÁLISIS FACIAL Y CÓMO COMBATIRLA

Orvin Aguilar Posted On mayo 14, 2019



Cada lado de la cara tiene un nervio facial, y la parálisis generalmente compromete solo uno. Rara vez se presenta en ambos lados de la cara.

La parálisis de Bell, que también se conoce como parálisis facial, puede suceder a cualquier edad. No se conoce con exactitud la causa. Se cree que es resultado de la hinchazón e inflamación del nervio que controla los músculos de un lado de la cara. También puede ser una reacción después de una infección viral.

El nervio que controla los músculos faciales atraviesa un conducto angosto de hueso hasta llegar a la cara. Cuando se padece parálisis de Bell, ese nervio se inflama, por lo general a causa de una infección viral. Además de los músculos faciales, el nervio afecta el lagrimeo, la salivación, el sentido del gusto y un pequeño hueso que se encuentra en el medio del oído.

Es una alteración que genera angustia e incertidumbre, pero que puede tener pronóstico favorable. El 35 % de los casos es leve y se recupera antes de tres semanas, dicen los expertos.

Existe el temor popular de que la exposición repentina al frío paraliza la cara. Esto, en parte, es cierto. Aunque el frío no es la causa, sí puede ser un factor precipitante de lo que se conoce como parálisis facial periférica.

Se recomienda evitar cambios bruscos de clima, atender las infecciones virales o padecimientos en los oídos y llevar una vida sana si se quiere prevenir esta alteración.

En la mayoría de los casos, la parálisis facial es temporal. Por lo general, los síntomas comienzan a mejorar en el plazo de algunas semanas y se alcanza la recuperación completa en unos seis meses. Existe una pequeña cantidad de personas que continúan teniendo los síntomas de la parálisis de por vida. Es poco frecuente que vuelva a presentarse la parálisis de Bell.

Aunque tienen un curso benigno, se sabe que el 35 % de los casos es leve y se recupera antes de tres semanas. Los moderados tardarán un poco más, y los más graves pueden superar los cuatro meses.

Para conocer un poco más de cerca este compromiso de los nervios que le dan el movimiento a la cara, vale la pena recordar los siguientes aspectos.

¿Qué es la parálisis facial periférica?

Es la pérdida del movimiento de la cara cuando se afecta el nervio facial, responsable de la movilidad de los músculos de la expresión. Tranquilícese: el estrés y la tensión pueden empeorar el problema. Cada lado de la cara tiene un nervio facial, y la parálisis generalmente compromete solo uno. Rara vez se presenta en ambos lados de la cara.

 ¿Qué la produce?

El nervio se puede lesionar por virus (principalmente herpes), trauma, tóxicos o por enfermedades como diabetes o sida. Los casos pueden aumentarse con factores como embarazo, baja en las defensas y enfermedades terminales. A pesar de lo dicho, en muchos casos no se encuentra la causa. Cuando esto ocurre, recibe el nombre de parálisis facial idiopática.

¿Y los síntomas?

La parálisis de Bell causa debilidad repentina y temporal en los músculos faciales. Esto hace que la mitad de la cara se vea caída. La sonrisa se dibuja de un solo lado y uno de los ojos no cierra por completo.

El inicio es rápido. Se desarrolla en menos de cinco días. Antes de la parálisis, la persona puede sentir dolor detrás de la oreja y alteraciones en el sentido del gusto. Según la cantidad de fibras del nervio comprometidas, la parálisis puede ser parcial o completa.

¿Y la relación con los ojos?

El paciente no puede cerrar el ojo afectado y es incapaz de levantar y juntar las cejas, y arrugar la frente. No puede apretar los labios, tiene dificultad para soplar y reírse. Su boca se desvía hacia el lado sano y tiene dificultades para contener la saliva dentro de ella. Además, puede sentir dolor de oído. Los ruidos altos también le molestan.
¿Cómo se confirma?

Con lo antes descrito, es fácil diagnosticarla. Se comprueba por medio de un examen del nervio y de los músculos de la cara (electromiografía y neuroconducciones). Los ataques recurrentes de parálisis de Bell son poco comunes. Pero en algunos de estos casos, hay antecedentes familiares de ataques recurrentes, lo que indica una posible predisposición genética a la parálisis de Bell.

¿Qué hacer?

Aunque no es una enfermedad grave, es necesario acudir al médico. El objetivo es vigilar que no haya otras alteraciones serias que la produzcan.

¿Hay tratamiento?

Según la causa, el tratamiento médico puede incluir medicamentos antiinflamatorios como esteroides, antivirales y, si es necesario, tratamiento para diabetes y otras enfermedades que puedan producir la parálisis. Se debe tapar el ojo, usar lágrimas artificiales e iniciar un programa dirigido de rehabilitación que incluya fisioterapia con relajación de los músculos del cuello y la cabeza, y reeducación de los músculos afectados.

Remedios populares

Remedio para la parálisis facial #1: Realizar algunos movimientos de expresión facial frente a un espejo.

Remedio para la parálisis facial #2: Ejecutar ejercicios circulares en la zona afectada.

Remedio para la parálisis facial #3: Masticar durante cinco minutos goma de mascar, con intervalos de media hora.

Remedio para la parálisis facial #4: Tomar un pitillo y un vaso con agua y sopla hasta lograr formar burbujas.

Remedio para la parálisis facial #5: Con la ayuda de un cepillo de cerdas suaves, realiza ejercicios circulares sobre la zona afectada.

Remedio para la parálisis facial #6: Hervir durante 5 minutos una taza de agua que contenga 5 hojas de anamú que también se le conoce como apacín, apasote de zorro o hierba de las gallinitas.  Beber 2 veces al día.

Remedio para la parálisis facial #7: Machacar un puñado de bayas del saúco conocida también como bayas de Amla y mezclar con un poco de agua hasta lograr una pasta.  Calentar y aplicar (sin quemar) en la zona afectada.  Dejar puesta hasta que se enfríe.

Remedio para la parálisis facial #8: Empapar un paño con agua caliente y aplicar (sin quemar la piel) en la zona afectada. Puede agregar aceites esenciales como la lavanda, rosa o manzanilla al agua.

Remedio para la parálisis facial #9: Calentar 1 cucharada de aceite de ricino y masajear el área afectada. Cubrir con un paño húmedo y tibio y dejar actuar de 20 a 30 minutos. Usar la compresa dos veces al día para mejorar el flujo sanguíneo.

¿Y el pronóstico?

El 80 % de las personas se recupera antes de dos meses. El sentido del gusto es lo primero que se restablece. Cuando la parálisis no es completa, tiene mejor pronóstico. El 20 % restante puede quedar con algunas secuelas que ameritan tratamientos más especializados.

 ¿A quién pedirle ayuda?

Es ideal que sea tratado por un equipo del cual hagan parte un médico neurólogo, un médico fisiatra y personal de rehabilitación.

Busca atención médica de inmediato si presentas cualquier tipo de parálisis ya que podría tratarse de un accidente cerebrovascular.

Síntoma

Parálisis facial

Los signos y síntomas de la parálisis facial o de Bell suceden de repente y pueden incluir los siguientes:

  • Aparición rápida de debilidad leve a parálisis total en un lado del rostro, que puede ocurrir en una cuestión de horas o días.
  • Parálisis facial y dificultad para hacer expresiones faciales, como cerrar un ojo o sonreír.
  • Babeo.
  • Dolor alrededor de la mandíbula o dentro o detrás de la oreja del lado afectado.
  • Aumento de sensibilidad al sonido en el lado afectado.
  • Dolor de cabeza.
  • Disminución en la capacidad de saborear.
  • Cambios en la cantidad de lágrimas y saliva producida.

Causas

Aunque no están claros los motivos por los cuales sucede la parálisis facial, a menudo se relaciona con la exposición a una infección viral. Los virus asociados con la parálisis de Bell incluyen a aquellos que causan lo siguiente:

  • Aftas y herpes genital (herpes simple).
  • Varicela y culebrilla (herpes zóster).
  • Mononucleosis infecciosa (Epstein-Barr).
  • Infecciones por citomegalovirus.
  • Enfermedades respiratorias (adenovirus).
  • Rubéola.
  • Paperas.
  • Gripe (influenza B).
  • Enfermedad de manos, pies y boca (coxsackievirus).

 Factores de riesgo

La parálisis de Bell es más frecuente en las personas presentan lo siguiente:

  • Están embarazadas, especialmente durante el tercer trimestre, o en la primera semana después del parto.
  • Tienen una infección de las vías respiratorias superiores, como gripe o resfrío.
  • Tienen diabetes.

El médico te revisará el rostro y te pedirá que muevas los músculos de la cara al cerrar los ojos, levantar las cejas, mostrar los dientes y fruncir el ceño, entre otros movimientos.

 Complicaciones

Normalmente, los casos leves de parálisis de Bell desaparecen en el plazo de un mes. La recuperación de casos más graves que implican una parálisis total es variable. Las complicaciones pueden incluir las siguientes:

  • Daño irreversible en el nervio facial.
  • Nuevo crecimiento anormal de las fibras nerviosas que ocasiona la contracción involuntaria de ciertos músculos cuando se intenta mover otros (sincinesia), por ejemplo, cuando sonrías, es posible que se te cierre el ojo del lado afectado.
  • Ceguera parcial o total del ojo que no se cierra a causa de la sequedad excesiva y el raspado de la capa protectora transparente que cubre el ojo (córnea).

Recomendaciones

Evitar problemas con los ojos Cuando se presenta esta patología pueden aparecer lesiones en el ojo, causadas por la ausencia de humidificación de la córnea, debido a la desaparición de la segregación de las lágrimas. En estos casos, muchas veces los párpados no pueden cerrarse correctamente, por lo cual no se logra proteger este sentido.

Para evitar esta afección, se recomienda colocar lágrimas artificiales varias veces al día, y durante la noche, utilizar un parche ocular.

Acudir a sesiones de acupuntura La acupuntura puede proporcionarle un tratamiento natural para la parálisis de Bell. Estimula los nervios y los músculos, lo que puede mejorar los síntomas.

Practicar meditación: La meditación guiada, el yoga y los ejercicios de respiración profunda puede ayudar a aliviar la tensión muscular y el dolor crónico al reducir el estrés. Tomar unos minutos cada día para reducir la velocidad y concentrarse en la energía positiva puede ayudar a aliviar la ansiedad.





© 2018 Editorial Hablemos Claro, Honduras C.A.
Press enter/return to begin your search