EL DIVORCIO Y SUS CONSECUENCIAS FINANCIERAS

POR ING. FRANCISCO MORALES H.
Antes de que me acuse el amable lector de ser alguien frío que todo lo ve y lo asocia con números y con dinero y previo a que me cuestione sobre cómo puedo reducir lo que es prácticamente una tragedia para una familia a simple dinero (aunque el tema de dinero nunca es “simple”); déjeme compartirle primero la siguiente historia:
Se cuenta de un matrimonio que decidió divorciarse y habiendo llegado a un acuerdo de separación patrimonial ya como pareja, y como se trataba de un divorcio amigable, es decir sin tener que presentar demanda ante los juzgados sino de común acuerdo legalizarlo con el abogado de la familia y dejar que sea el quien lleve el proceso; el siguiente paso era comunicárselo a sus tres hijos y al mismo tiempo preguntarles con quien querían vivir, si con papá o con mamá. Llegado el momento, el primero de los hijos dijo que con mamá, lo mismo hizo el segundo y el tercero también.- Ante esta situación el Papa reconsideró su posición y dijo: ahora bien, si ustedes tres quieren irse con su mamá, pues… ¡nos vamos todos con su mamá!
Tristemente no todos los planes de divorcio tienen el final feliz de esta historia, es decir, en la mayoría, no hay marcha atrás y en ocasiones se transita ese camino del divorcio en completa oscuridad teniendo como luz y guía el deseo de que cada quien continúe con su vida lo más pronto posible y no se miden las consecuencias de una tan trascendental e importante decisión.
Y no es que todo lo quiera yo llevar al tema de dinero, aunque es una verdad imposible de rebatir que, toda decisión que tomemos en nuestra vida afectará de una u otra manera nuestro bolsillo, es decir, afectará nuestra situación financiera personal y si se tiene familia, pues de igual manera y con mayores consecuencias.
Sin ser esta columna, una columna de consejería personal en otros temas que no sea dinero y sin querer pretender serlo; diremos que el divorcio es de por si un suceso sumamente doloroso y traumático, que tal vez y en muchos casos no tenga culpables pero siempre tiene víctimas y son los hijos pues a ningún hijo o hija le agrada ser el fruto de padres divorciados y les lleva un tiempo aceparlo, asimilarlo para luego y con suerte, superarlo. Tenga en mente que como pareja si se divorcian, lo hacen uno del otro, no de sus hijos.
Y antes de entrar de lleno al tema financiero, añadiremos que si usted amable lector está pensando en divorciarse o conoce a alguien que está pensando o dando sus primeros pasos en ese rumbo, deténgase un momento a pensar en que lo llevo primero a casarse con esa persona de la que ahora quiere divorciarse y si al inicio hubo amor, busque consejería y dese una oportunidad de volver a comenzar, pues raramente alguien se casa para después divorciarse; ahora si se casó por las razones equivocadas o simplemente no quería casarse y lo hizo; el divorcio se presenta como una solución a esos errores, una cara solución tanto financiera como emocional.
Si el amable lector es de los que más bien está pensando en casarse y se interesó en leer esta columna, le invito a pensar y analizar con cerebro y corazón las razones por las cuales quiere contraer matrimonio y solo hágalo por las razones correctas. El matrimonio es el estado ideal y perfecto para una pareja que se ama pero puede ser un verdadero infierno si ambos no escogieron bien. Por regla general, hoy día, el 50% de los matrimonios terminan en divorcio.
¿Cómo afecta las finanzas el divorcio? En muchos casos, desde antes del divorcio ambas personas tenían que trabajar solo para llegar a fin de mes. Ahora, estando separados, ya no van a tener la ventaja de compartir los costos de casa. Es más, el principal aportante económico recibirá un duro golpe financiero ya que suele terminar pagando la hipoteca de la casa, la pensión alimenticia y demás gastos, teniendo también que costearse el alquiler y sus propios gastos, es decir, si ya pagar una casa conlleva dificultades, pagar dos conlleva el doble de dificultades. Ahorrar después de un divorcio se vuelve casi una misión imposible.
El manejo de las finanzas después del divorcio sin duda se convierte en un gran desafío, pues la separación lo incluye todo: si se acumularon deudas durante el matrimonio habrá que determinar quién se hace responsable, que se va a hacer con las cuentas de ahorros y con las inversiones que hicieron juntos, tendrá la pareja o un juez que decidir quién se queda con qué y porqué.
Y que pasa si después de divorciase, ¿pierde su trabajo? No es de extrañarse que ocasiones en la vida “le llueva sobre mojado”, sépalo que quedarse sin trabajo solo significa que se quedó sin su fuente de ingresos, pero sus gastos continúan y en ocasiones al doble y si recurre a la deuda para no afectar el estilo de vida de sus hijos, puede que este cavando una fosa financiera de la que tardara años en salir.
Es mejor siempre buscar al correcto consejero legal y financiero cuando atraviesa un proceso de divorcio.
Si casarse cuesta dinero, divorciarse cuesta aún más. ¡Trate de tener un matrimonio feliz!