CÓMO TRATAR LAS ENFERMEDADES RESPIRATORIAS CON REMEDIOS NATURALES

Las principales enfermedades respiratorias que afectan al tracto respiratorio superior, se producen en el pulmón, la tráquea, los bronquios y la cavidad pleural.
Las enfermedades que afectan a nuestro sistema respiratorio son numerosas y muy frecuentes. Puedes prevenir su aparición adoptando una serie de medidas y utilizando remedios naturales a base de plantas medicinales. Si ya padeces este tipo de enfermedad te pueden ayudar a paliar los síntomas.
Las enfermedades respiratorias afectan a las vías nasales, los bronquios y los pulmones. Comprenden desde infecciones agudas como la neumonía, la bronquitis y el catarro común. También se incluyen las enfermedades crónicas como el asma y la enfermedad crónica obstructiva (EPOC).
Los factores de riesgo más importantes de las enfermedades respiratorias son los siguientes:
- Contaminación del aire en espacios cerrados.
- Exposición a alérgenos.
- Contaminación ambiental.
- Inhalación de polvo o productos químicos en el ámbito laboral.
- Antecedentes familiares de asma o alergias.
Los síntomas más comunes que pueden aparecer en las enfermedades respiratorias son la tos, la falta de aire y las secreciones respiratorias.
Estos síntomas, se presentan con intensidad variable de una persona a otra. Además, los síntomas también varían en función de la enfermedad en cuestión, el grado de severidad y el tiempo de evolución.
Cómo prevenir las enfermedades respiratorias
A la hora de prevenir el desarrollo de las enfermedades respiratorias se pueden tomar algunas medidas como no fumar y evitar la exposición pasiva al humo del tabaco. También se deben utilizar las medidas apropiadas en el entorno laboral para evitar la exposición a polvos y productos químicos.
Las medidas preventivas ayudan a reducir los síntomas y complicaciones una vez que las enfermedades respiratorias ya están instaladas.
En caso de presentar síntomas persistentes como tos, silbidos en el pecho o falta de aire debes consultar al especialista. Con el tratamiento adecuado puedes evitar que la enfermedad progrese.
Existen una buena cantidad de plantas medicinales para aliviar los síntomas de las enfermedades respiratorias, a continuación te contamos las propiedades y la forma de empleo de algunas de ellas.
Podemos aliviar los síntomas de las enfermedades respiratorias con algunos remedios naturales y caseros que nos ayudan a respirar mejor.
Plantas para ayudar a aliviar las enfermedades respiratorias
Las plantas que ayudan al sistema respiratorio, por lo general aportan uno o más de los siguientes beneficios:
- Pueden funcionar cómo expectorantes.
- Mejoran la congestión nasal y despejan las vías respiratorias.
- Calman la tos.
- Reducen la irritación.
- Acción antioxidante.
- Luchan contra organismos nocivos.
- Eucalipto
El eucalipto es una de las plantas que ayuda a respirar mejor, tiene propiedades expectorantes, antimicrobianas y antiinflamatorias. Al reducir la inflamación facilita la respiración.
Respecto a su capacidad antimicrobiana, con su uso se consigue acabar con aquellos microorganismos causantes de procesos infecciosos en las vías respiratorias como son la bronquitis, la sinusitis y los catarros.
Sus propiedades expectorantes proceden de las hojas. Son olorosas y ricas en un aceite esencial cuyo principal componente es el eucaliptol. Dicho componente es un potente mucolítico que fluidifica las secreciones pulmonares. A su vez, es antitusivo y un inhibidor de la irritación bronquial.
- Orégano
Aunque el orégano contiene vitaminas y nutrientes necesarios para nuestro sistema inmunológico. Sus principales beneficios se deben a su contenido en carvacrol y ácido rosmarinico. Ambos tienen efecto descongestivo, lo cual es beneficioso en caso de enfermedades respiratorias.
- Lobelia
Esta planta es uno de los remedios más valiosos que existen. Contiene un alcaloide llamado lobelina, que reduce la mucosidad y alivia la congestión. Además, estimula las glándulas suprarrenales para liberar epinefrina, lo cual despeja las vías respiratorias.
- Cebolla
Sus propiedades ayudan a la disolución y expectoración de flemas, así como a despejar las vías respiratorias. Puedes preparar una infusión colocando dos cebollas en trozos en un litro de agua, deja hervir 15 minutos y añade azúcar al gusto.
- Equinacea
Hay estudios que demuestran que la equinacea estimula el sistema inmunológico y ayuda a evitar el resfriado común y la gripe.
Además, es capaz de reducir de un 10 a 20 % las infecciones de las vías respiratorias. Se puede consumir en tabletas, en gotas o en infusión.
Los componentes principales activos de la equinacea que potencian nuestro sistema inmune son los antioxidantes, las alcamidas y los polisacáridos. Se puede emplear en forma de comprimidos, gotas o infusiones.
- Hiedra
La hoja de hiedra tiene propiedades antiinflamatorias sobre todo a nivel bronquial. Además, por su composición posee propiedades vasoconstrictoras, anticoagulantes, expectorantes y antibióticas.
Se emplea en el tratamiento de catarros de vías respiratorias altas, bronquitis crónica y tos rebelde con vómitos. La forma más habitual de tomarla es en jarabe y en gotas.
Recuerda que, antes de ingerir algún tipo de remedio casero, lo más importante es consultar con un médico, mantén un estilo de vida saludable en tu hogar para disminuir la cantidad de enfermedades.
Té de ajo, jengibre, limón y miel
El ajo se distingue por sus propiedades antibacterianas y antivirales y porque ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Por otro lado, el jengibre tiene propiedades antiinflamatorias, despeja las vías respiratorias y controla las infecciones.
La miel alivia el dolor e irritación en la garganta y es rica en nutrientes y enzimas que matan virus y bacterias. Finalmente, el limón contiene antioxidantes y vitamina C, que aceleran la curación al estimular el sistema inmunológico.
Ingredientes:
- 1 diente de ajo
- 1 rodaja de jengibre
- 1 cucharada de miel
- 2 tazas de agua
- Jugo de 1/2 limón
- Canela en polvo
Preparación:
Machaca el diente de ajo y ponlo a hervir junto con el jengibre en el agua. Cuando comience a hervir, baja la flama y deja que hierva entre 10 y 15 minutos. Retira del fuego, cuela y al servirlo agrega el jugo de limón, la miel y espolvorea con canela. Procura tomar tres tazas al día de esta infusión, y que una de ellas sea justo antes de dormir.
Té y jarabe de cebolla con miel
La combinación de estos dos ingredientes es muy efectiva cuando de aliviar la tos y los malestares en la garganta se trata. Ambos tienen una acción antibiótica y expectorante que contribuye a reducir los síntomas de la tos, además de que refuerzan el sistema inmunológico.
La miel suaviza la garganta para calmar las irritaciones y tiene propiedades antioxidantes y antimicrobianas. La cebolla es un buen expectorante natural que favorece la eliminación de bacterias y limpia las vías respiratorias. También posee propiedades antioxidantes, depurativas y desintoxicantes.
Ingredientes para el té:
- 1 cebolla mediana
- 400 mililitros de agua
- El jugo de 1 limón
- 2 cucharaditas de miel
Preparación:
Pela la cebolla y córtala en trozos grandes. Ponla a hervir con el agua durante 15 minutos. Deja reposar 5 minutos y agrega la miel y el jugo de limón. Lo ideal es beberlo dos o tres veces al día.
Ingredientes para el jarabe:
- 1 cebolla
- 3 cucharadas de miel
Preparación:
Pela la cebolla y córtala en trozos pequeños. Ponla en un recipiente, agrega la miel y deja reposar toda la noche. A la mañana siguiente, cuela la mezcla y toma una cucharada del jarabe cada 2 horas.
Té de saúco
El saúco es un árbol del que se puede usar la corteza, las hojas y flores, y sus propiedades favorecen el alivio del dolor y la fiebre; por eso, es recomendable beberlo para combatir los síntomas de las enfermedades respiratorias.
Ingredientes:
- 1 cucharadita de flores de saúco secas
- 1 taza de agua
- 1 cucharadita de miel
Preparación:
Pon a hervir el agua, agrega las flores y deja al fuego entre 10 y 15 minutos. Cuela y endulza con la miel. Puedes beberlo tres veces al día, y procura que la última toma sea antes de ir a dormir.
Sabías que las enfermedades respiratorias crónicas producen la disminución de los niveles de oxígeno en la sangre por debajo de lo normal dificultando la respiración.
Cúrcuma contra la rinitis
La rinitis se caracteriza por tos, mucosidad, resequedad y congestión de las vías respiratorias. Para aliviar estos síntomas puedes recurrir a la cúrcuma, que tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Ingredientes:
- 1/4 de vaso de agua
- 1 cucharada de cúrcuma en polvo
- 1 pizca de canela
- Ralladura de cáscara de limón
- 1/2 cucharadita de miel
Preparación: Mezcla bien todos los ingredientes y tómalo por la mañana y por la noche.
Vaporizaciones de eucalipto
El vapor de eucalipto es útil para abrir las vías respiratorias congestionadas y aliviar la irritación de la garganta, gracias a sus propiedades expectorantes.
Para realizar las vaporizaciones, coloca agua muy caliente en un recipiente y agrega aceite esencial u hojas de eucalipto. Pon una toalla grande en tu cabeza y acércate al recipiente para respirar la mayor cantidad posible del vapor que se genera.
Descongestión nasal con sal
Librarte de la congestión nasal es tan sencillo como mezclar 1/4 de cucharadita de sal marina sin yodo ni flúor y 1/4 de cucharadita de bicarbonato en una taza de agua tibia. Vierte un par de gotas de esta mezcla en cada fosa nasal, luego inclínate hacia adelante y suena tu nariz suavemente.
También puedes utilizar un neti pot, que es un recipiente diseñado para limpiar la cavidad nasal. Para usarlo, coloca en su interior la solución salina (algunos incluyen sal del Himalaya), inclina la cabeza hacia el costado sobre el lavabo y pon el pico del neti pot en el orificio nasal que queda arriba. Respira profundo por la boca y vierte suavemente la solución salina para que corra hasta el orificio nasal inferior. Repite del otro lado. Enjuaga el recipiente con agua destilada o purificada y deja secar al aire libre.
Recuerda que, aunque los remedios naturales son muy efectivos para aliviar tus malestares, no debes dejar de lado las recomendaciones de tu médico y siempre debes consultarlo si los síntomas no mejoran o desaparecen en alrededor de 3 días.