¡TEN CUIDADO CON LA PREDIABETES!, PUEDE QUITARTE LA VIDA

Se desconoce la causa exacta de la prediabetes. Sin embargo, los antecedentes familiares y la genética parecen desempeñar un papel importante.
Prediabetes significa que tu nivel de azúcar en sangre es mayor que el normal, pero no lo suficientemente alto como para ser diabetes tipo 2. Sin cambios en el estilo de vida, las personas con prediabetes tienen muchas probabilidades de que su enfermedad evolucione a diabetes tipo 2. Si tienes prediabetes, es posible que el daño a largo plazo ocasionado por la diabetes, especialmente al corazón, los vasos sanguíneos y los riñones, ya esté comenzando.
Sin embargo, hay buenas noticias. La evolución de la prediabetes a diabetes tipo 2 se puede evitar. Consumiendo alimentos saludables, incorporando actividad física en tu rutina diaria y mantener un peso saludable pueden ayudarte a regularizar el nivel de azúcar en sangre.
La prediabetes afecta a adultos y a niños. Los mismos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a prevenir la evolución de esta enfermedad a diabetes en adultos también pueden ayudar a normalizar los niveles de azúcar en sangre en niños.
Síntomas
La prediabetes generalmente no suele presentar signos ni síntomas. Un posible signo de que puedes estar en riesgo de tener diabetes tipo 2 es el oscurecimiento de la piel en ciertas partes del cuerpo. Las áreas afectadas pueden incluir el cuello, las axilas, los codos, las rodillas y los nudillos.
Los signos y síntomas clásicos que sugieren la evolución de la prediabetes a la diabetes tipo 2 comprenden los siguientes:
- Aumento de la sed
- Necesidad de orinar a menudo
- Fatiga
- Visión borrosa
Cuándo consultar al médico
Consulta con tu médico si te preocupa padecer diabetes o si notas algún signo o síntoma de diabetes tipo 2. Tu médico te indicará realizarte un análisis para la detección de glucosa en sangre si presentas algún factor de riesgo asociado con la prediabetes.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la prediabetes. Sin embargo, los antecedentes familiares y la genética parecen desempeñar un papel importante. La inactividad y el exceso de grasa, en especial la grasa abdominal, también parecen ser factores significativos.
Lo que está claro es que las personas con prediabetes no procesan el azúcar (glucosa) adecuadamente. Como resultado, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo en lugar de realizar su función normal de alimentar las células que constituyen los músculos y otros tejidos.
La mayor cantidad de glucosa en el organismo proviene de los alimentos que consumes. El azúcar ingresa al torrente sanguíneo cuando digieres los alimentos. El traslado del azúcar desde el torrente sanguíneo hasta las células del organismo requiere de una hormona (la insulina). La insulina proviene de una glándula ubicada detrás del estómago (páncreas). El páncreas segrega insulina al torrente sanguíneo cuando te alimentas. Mientras la insulina circula, permite que el azúcar ingrese a las células y reduce la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo. A medida que el nivel de azúcar en sangre baja, lo mismo sucede con la secreción de la insulina proveniente del páncreas.
Cuando sufres de prediabetes, este proceso comienza a funcionar incorrectamente. En lugar de alimentar las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo. Se genera un alto nivel de azúcar en sangre cuando el páncreas no produce suficiente insulina o las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina, o en ambos casos.
Tener sobrepeso es un factor de riesgo importante para padecer prediabetes.
Factores de riesgo
Los mismos factores que incrementan el riesgo de padecer diabetes tipo 2 aumentan el riesgo de sufrir prediabetes. Estos factores incluyen los siguientes:
- Peso. Tener sobrepeso es un factor de riesgo importante para padecer prediabetes. Cuanto más tejido graso tengas, especialmente entre el músculo y la piel que rodean el abdomen y dentro de estos, más resistentes a la insulina se volverán las células.
- Tamaño de la cintura. Una gran circunferencia de la cintura puede indicar resistencia a la insulina. El riesgo de resistencia a la insulina aumenta en hombres con una cintura de más de 40 pulgadas (101,6 cm) y en mujeres con una cintura de más de 35 pulgadas (88,9 cm).
- Patrones de alimentación. El consumo de carnes rojas, carnes procesadas y bebidas endulzadas con azúcar está asociado con un mayor riesgo de prediabetes. Una dieta rica en frutas, vegetales, frutos secos, granos integrales y aceite de oliva está asociada con un menor riesgo de prediabetes.
- Inactividad. Cuanto menos actividad física realizas, mayor es el riesgo de padecer prediabetes. La actividad física te ayuda a controlar el peso, utiliza la glucosa como energía y hace que tus células sean más sensibles a la insulina.
- Edad. A pesar de que la diabetes se puede manifestar a cualquier edad, el riesgo de prediabetes aumenta luego de los 45 años. Esto puede deberse a que las personas tienden a hacer menos ejercicio, perder masa muscular y subir de peso con los años.
- Antecedentes familiares. El riesgo de prediabetes aumenta si tus padres o tus hermanos tienen diabetes tipo 2.
- Raza. A pesar de que no se puede determinar el motivo con exactitud, las personas de ciertas razas, incluidos afroamericanos, hispanos, nativos americanos, asiáticos-americanos e isleños del Pacífico, son más propensas a sufrir prediabetes.
- Diabetes gestacional. Si sufriste diabetes gestacional durante el embarazo, tú y tu hijo corren un mayor riesgo de padecer prediabetes. Si diste a luz a un bebé que pesó más de 9 libras (4,1 kilogramos), también corre un mayor riesgo de padecer prediabetes.
- Síndrome del ovario poliquístico. Esta afección común, caracterizada por períodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad, aumenta el riesgo en las mujeres de sufrir prediabetes.
- Sueño. Las personas con un determinado trastorno del sueño (apnea obstructiva del sueño) tienen un mayor riesgo de resistencia a la insulina. Las personas que trabajan cambiando turnos o en turnos nocturnos, lo cual posiblemente provoque problemas de sueño, también pueden tener un mayor riesgo de prediabetes o diabetes tipo 2.
Otras afecciones relacionadas con prediabetes comprenden las siguientes:
- Presión arterial alta
- Niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad, el colesterol “bueno”
- Niveles altos de triglicéridos, un tipo de grasa de la sangre
Cuando estas afecciones se producen junto con la obesidad, se asocian a la resistencia a la insulina. La combinación de tres o más de estas afecciones generalmente se denomina síndrome metabólico.
Complicaciones
La consecuencia más grave de la prediabetes es la evolución a diabetes tipo 2. Esto se debe a que la diabetes tipo 2 puede provocar lo siguiente:
- Presión arterial alta
- Nivel de colesterol alto
- Enfermedad cardíaca
- Accidente cerebrovascular
- Enfermedad renal
- Ceguera
- Amputaciones
Las investigaciones indican que la prediabetes generalmente se asocia con ataques cardíacos no reconocidos y puede dañar los riñones, incluso si la enfermedad no ha evolucionado a la diabetes tipo 2.
Prevención
Elegir un estilo de vida más saludable puede ayudarte a prevenir la prediabetes y su evolución a diabetes tipo 2, incluso si tienes antecedentes familiares. Intenta lo siguiente:
- Consumir alimentos saludables
- Hacer más actividad física
- Deshacerte del exceso de peso
- Controlar la presión arterial y el colesterol
En lugar de alimentar las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo y se genera un alto nivel de azúcar en sangre.
Diagnóstico
La Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association, ADA) recomienda que el análisis para la detección de glucosa en sangre en adultos se realice a partir de los 45 años o antes si tienes sobrepeso u otros factores de riesgo para padecer prediabetes o diabetes tipo 2.
Existen diversos análisis de sangre para la prediabetes.
Prueba de hemoglobina glucosilada (A1C)
Este análisis muestra el nivel promedio de glucosa en sangre de los últimos dos o tres meses. Específicamente, el análisis consiste en medir el porcentaje de azúcar en sangre unido a la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno (hemoglobina). Cuanto más alto sea el nivel de glucosa en sangre, mayor será la cantidad de hemoglobina con glucosa.
En general:
Un nivel de A1C por debajo del 5,7 por ciento se considera normal.
Un nivel de A1C de entre 5,7 y 6,4 por ciento se considera prediabetes.
Un nivel de A1C de 6,5 o más en dos análisis separados indican que tienes diabetes tipo 2.
Algunos trastornos hacen que la prueba de A1C sea imprecisa, por ejemplo, si estás embarazada o si tienes una forma poco frecuente de hemoglobina (hemoglobina variante).
La diabetes tipo 2 cada vez es más común en niños y adolescentes, probablemente debido al aumento de la obesidad en la niñez.
Análisis de azúcar en sangre en ayunas
Se toma una muestra de sangre luego de que hayas ayunado durante, al menos, ocho horas o durante toda la noche.
En general:
Un nivel de glucosa en sangre en ayunas menor que 100 miligramos por decilitro (mg/dl), 5,6 milimoles por litro (mmol/l), se considera normal.
Un nivel de glucosa en sangre en ayunas de entre 100 y 125 mg/dl (5,6 a 7,0 mmol/l) se considera prediabetes. Este resultado a veces se denomina glucemia en ayunas alterada.
Un nivel de glucosa en sangre en ayunas de 126 mg/dl (7,0 mmol/l) o mayor indica diabetes tipo 2.
Prueba de tolerancia a la glucosa oral
Esta prueba generalmente se utiliza para diagnosticar la diabetes durante el embarazo. Se toma una muestra de sangre luego de que hayas ayunado al menos ocho horas o durante toda la noche. Luego tomarás una solución azucarada y se medirá el nivel de glucosa en sangre nuevamente después de dos horas.
En general:
Un nivel de glucosa en sangre menor que 140 mg/dl (7,8 mmol/l) se considera normal.
Un nivel de glucosa en sangre de entre 140 y 199 mg/dl (7,8 a 11,0 mmol/l) se considera prediabetes. A veces, esto se denomina tolerancia a la glucosa alterada.
Un nivel de glucosa en sangre de 200 mg/dl (11,1 mmol/l) o mayor indica diabetes tipo 2.
Si tienes prediabetes, es posible que se deban realizar más pruebas. Una vez al año como mínimo, es probable que con medicamentos tu médico lo controle…